“El afecto, ya lo dije, no se da importancia. La caridad —decía san Pablo— no es engreída. El afecto puede amar lo que no es atractivo: Dios y sus santos aman lo que no es amable. El afecto «no espera demasiado», hace la vista gorda ante los errores ajenos, se rehace fácilmente después de una pelea, como la caridad sufre pacientemente, y es bondadoso y perdona. El afecto nos descubre el bien que podríamos no haber visto o que, sin él, podríamos no haber apreciado. Lo mismo hace la santa humildad. Pero si nos detuviéramos sólo en estas semejanzas, podríamos llegar a creer que este afecto no es simplemente uno de los amores naturales sino el Amor en sí mismo, obrando en nuestros corazones humanos y cumpliendo su ley. ¿Tendrían razón entonces los novelistas ingleses de la época victoriana, al decir que es suficiente este tipo de amor? ¿Son «los afectos caseros», cuando están en su mejor momento y en su desarrollo más pleno, lo mismo que la vida cristiana? La respuesta a estas preguntas, lo sé con seguridad, es decididamente No. No digo solamente que esos novelistas escribieron a veces como si nunca hubieran conocido ese texto evangélico sobre el «odiar» a la esposa y a la madre y aun la propia vida —aunque, por supuesto, sea así—, sino que la enemistad entre los amores naturales y el amor de Dios es algo que un cristiano procura no olvidar. Dios es el gran Rival, que en cualquier momento me puede robar —al menos a mí me parece un robo— el corazón de mi esposa, de mi marido o de mi hija.”
Be the first to react on this!
Clive Staples Lewis was born in Ireland, in Belfast on 29 November 1898. His mother was a devout Christian and made efforts to influence his beliefs. When she died in his early youth her influence waned and Lewis was subject to the musings and mutterings of his friends who were decidedly agnostic and atheistic. It would not be until later, in a moment of clear rationality that he first came to a belief in God and later became a Christian.
C. S. Lewis volunteered for the army in 1917 and was wounded in the trenches in World War I. After the war, he attended university at Oxford. Soon, he found himself on the faculty of Magdalen College where he taught Mediaeval and Renaissance English.
Throughout his academic career he wrote clearly on the topic of religion. His most famous works include the Screwtape Letters and the Chronicles of Narnia. The atmosphere at Oxford and Cambridge tended to skepticism. Lewis used this skepticism as a foil. He intelligently saw Christianity as a necessary fact that could be seen clearly in science.
"Surprised by Joy" is Lewis's autobiography chronicling his reluctant conversion from atheism to Christianity in 1931.